Islas de basura en los océanos
Las islas de basura en los océanos y los microplásticos amenazan la supervivencia de miles de especies. ¿Quieres saber qué son y cómo se forman?
Puede que de unos años a esta parte hayas oído hablar de la Gran Isla de Basura del Pacífico y las demás islas de basura en el mar o garbage patches que pueblan los mares de la Tierra. Seguramente has visto fotos de una enorme acumulación de desechos de todo tipo flotando a la deriva en la superficie del océano. Esta mancha de residuos se extiende a lo largo de un millón y medio de kilómetros cuadrados -tres veces España o la suma total de los territorios de Perú y Ecuador-.
Sin embargo, las investigaciones más recientes han rebajado en cierta medida la magnitud física de estas aglomeraciones de basura flotante que forman islas de plástico aunque no han restado ni un ápice de gravedad al problema de la contaminación oceánica.
¿Qué son las islas de basura?
Las islas de la basura son aglomeraciones de residuos no biodegradables que por el influjo de los giros oceánicos (el sistema de corrientes marinas rotativas) se van acumulando en extensas balsas flotantes. La más grande hallada hasta el momento es la isla de basura en el Pacífico, pero hay otras cuatro repartidas en los demás océanos a excepción del Ártico y el Antártico.
Al contrario de lo que se creía desde que fueron avistadas por primera vez a finales de la década de los 90, su tamaño no es tan desorbitado como se creyó en un primer momento, tal y como han asegurado diversos organismos e investigadores, que sin embargo sí alertan sobre el grave riesgo para el ecosistemas marino y la vida de miles de animales. Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos, “el término de isla de la basura o garbage patch no es apropiado, porque se trata más de una concentración de microplásticos que están suspendidos en columnas bajo el agua”.
Por su parte, la Expedición Malaspina, proyecto español con una gran inversión internacional para estudiar el estado de los océanos, sigue ofreciendo sorprendentes revelaciones tras su viaje de 42.000 millas náuticas entre 2010 y 2011. El pasado año, el oceanógrafo Carlos Duarte, impulsor de Malaspina, negó rotundamente la existencia la Gran Isla de Basura, también conocida isla de plástico, entre la Costa Oeste de Estados Unidos y Hawái así como las otras cuatro, si bien matiza que “la concentración de plásticos es de 200 gramos por kilómetro cuadrado”, algo a tener en cuenta y a lo que hay que buscar solución pero que “desde luego no es la isla que tanto se ha aireado. Esperábamos encontrar 100 veces más plástico de lo que hemos encontrado”, explica Duarte en una entrevista realizada por el periódico El País.
La amenaza de los microplásticos
A pesar de la buena noticia que significa esta menor cantidad de basura flotante respecto a la que se pensaba que había inicialmente, lo cierto es que el gran problema es lo que subyace surcando los océanos: los microplásticos. Según la iniciativa Green Facts, fundada por científicos hace casi tres lustros, los microplásticos son “pequeñas partículas de plástico fabricadas en forma de gránulos o procedentes de la degradación de objetos de plástico como bolsas, ropa y artículos domésticos, así como materiales de construcción y aparejos de pesca y acuicultura abandonados o perdidos”.
Estos microplásticos representan un perjuicio directo para la fauna marina, ya que son fácilmente ingeridos por peces y pájaros -y nosotros, ya que pasan a través de la red trófica- causando problemas de salud en sus organismos que se suman a los daños ya conocidos causados por residuos de mayor tamaño tales como la ingestión de piezas grandes, enredo y ahogamiento o estrangulamiento.
Islas de basura en el mar: soluciones
¿Se está haciendo algo para intentar evitar la contaminación de los océanos? Todavía no lo suficiente. Hay en marcha una decena de proyectos para limpiar la basura, controlar los desechos de buques y embarcaciones y hay programados estudios de medición que irán analizando cada proceso que se ponga en marcha. Sin embargo, el método más efectivo es evitar que estos residuos entren en el mar, y gestionarlos de una forma efectiva como puede ser a través de la reutilización y reciclaje.
Fuentes: El Mundo, El País, Green Facts y Departamento de Comercio de Estados Unidos.
13 Comments
marcos
6/27/2017
muy interesante!
Joselin Reyes
8/26/2017
Esperemos que en un futuro no tengamos que ir de turistas a una isla de basura en vez de ir a una isla llena de fauna y flora.
Atzimba Huerta Rodriguez
12/1/2017
¿existe alguna organización que trabaje para la recolección de estos residuos?
Edwin Dalton
12/3/2017
triste realidad que debemos de tener conciencia y frenarla.
Carmen Moreno
12/4/2017
Lamentable
JUAN CARLOS VENCES AVALOS
12/4/2017
Lo más triste que pudiera ver, es lamentable ver la situación
YARITZA YANEXIS ALZATE CARLOS
12/8/2017
Que triste
Francisco
1/29/2018
Triste y muy molesto al ver esto :/
Alondra Gargallo
2/8/2018
Es muy triste ver que algunos desechos facilitan nuestra calidad de vida, pero afectan otra.
JAEL ALEJANDRO SOLIS SANTOS
2/20/2018
Es muy bueno que se hgan campañas para tratar de reducir los reciduos por hay que tratar de de reducirlos o cambiarlos por otras alternativas mas biodegradables o amigables con el medio ambiente para disminuir la extincion de la flora y fauna
Marco Antonio Ontiveros
4/3/2018
Lo mas importante radica en la gente, si no se cambia de enfoque aunque existan campañas no se lograra el cambio deseado. Es una pena
arianeth chaman
5/11/2018
el primer cambio está en nosotros una vez decididos estoy segura que cualquier campaña tendrá un exito rotundo
JAEL ALEJANDRO SOLIS SANTOS
5/11/2018
que bueno que hay personas que utilizan los recursos de la naturaleza como son las corrientes marinas para la limpieza de nuestros residuos